Hoy no os traigo nada nuevo. Vamos a recordar a mi ilustrador preferido, y probablemente el de muchos. No es digital, no es colorido, no es moderno. Pero es innovador, transgresor, y todavía hoy, más de 40 años después de su muerte, nos sigue volando el cerebro con sus creaciones. Por supuesto, hablo del MAESTRO M. C. Escher.
Tras pasar la infancia y juventud enganchada a sus ilustraciones y libros, que fueron los que me enseñaron la diferencia entre cóncavo y convexo, hoy os muestro una ínfima parte de la obra de este gran artista. Si queréis verla al completo, podéis hacerlo en su web oficial.
Su magnífica obra gira en torno a los patrones, los ciclos, la perspectiva, la distorsión o las ilusiones ópticas. A base de juegos visuales, las litografías de Escher hacen malabares con nuestros ojos y neuronas.
La cinta de Moebius es un recurso que Escher utilizaba en numerosas ocasiones |