Antes de empezar a leer, quiero que te visualices en un planificado verano low-cost, con toda la ilusión del mundo por unas merecidas vacaciones, a punto de coger el avión y con el equipaje bien apretado en una maleta llena de sueños y expectativas.
Ahora quiero que aterrices y recuerdes la realidad: Ryanair no te deja pasarte ni 1 centímetro ni 1 gramo con tu equipaje. Y tú te has pasado pensando que no les importaría, o sin darte cuenta. Y, negándote a facturar te cuelgas del cuerpo todo el equipaje que puedes: las toallas como foulard, 30 abrigos y 7 capas de pantalones, bolsos escondidos entre la ropa... ¡listo para despegar en un vuelo lleno de molesta publicidad por megafonía y el espacio justo para tener la movilidad de un Playmobil!
Con ésto sólo pretendía preparate para el odio que vas a sentir por Ryanair cuando termines de leer el post.
Es por todos sabido que Ryanair la ha pifiado más de una vez debido a sus malas prácticas en el ámbito de la comunicación (su falta de respeto en el servicio al cliente la doy más que por sentada). Desde utilizar ilegalmente en su publicidad fotografías de personajes públicos (Carla Bruni, Zapatero, la reina Sofía) hasta vacilar a la población mediante falsas noticias como las tarifas especiales para obesos, los servicios sexuales a sus pasajeros, pasando por regalar billetes a los andaluces que cuenten chistes sobre catalanes.
*Artículos completos sobre las demencias de Ryanair aquí y aquí.
Pero esta vez decidieron saltarse toda barrera moral y encargar a la Miami Ad School de Berlín esta magnífica (de magna burrada) e irrespetuosa pieza en la que nos manda callar la p*ta boca mientras sus precios sean bajos. Una campaña ganadora del primer premio en la categoría de estudiantes de los premios Clio. Obviamente, no era un jurado popular. Disfruta de estas piezas aunque sólo sea por el morbo de ver a Ryanair en plena acción, disfruta hasta la próxima vez que cojas un vuelo...
*Artículos completos sobre las demencias de Ryanair aquí y aquí.
Pero esta vez decidieron saltarse toda barrera moral y encargar a la Miami Ad School de Berlín esta magnífica (de magna burrada) e irrespetuosa pieza en la que nos manda callar la p*ta boca mientras sus precios sean bajos. Una campaña ganadora del primer premio en la categoría de estudiantes de los premios Clio. Obviamente, no era un jurado popular. Disfruta de estas piezas aunque sólo sea por el morbo de ver a Ryanair en plena acción, disfruta hasta la próxima vez que cojas un vuelo...
Desde luego, han conseguido que hablemos de ellos ¡y vaya si lo han conseguido! Y aún así seguiremos gastando cuatro duros en unos vuelos cuya diferencia de precio pagaremos con problemas, incomodidad, y pérdida de dignidad al ponernos 20 capas de ropa encima.
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